Somos de la misma tierra,
Yo estuve ahí,
Cuando el ruiseñor cantó al amanecer.
Estuve en el soplido del viento,
Cuando mi gente caía.
Fui agua de la cordillera,
Para la sed de mi gente.
Mis ojos,
Estrellas protectoras.
Pero era tarde,
Nuestros ancestros,
Lloraban sangre,
derramada entre árboles.
¿no saben que yo fui el árbol que vio nacer al mundo?
Vi a Lautaro,
Vi a Caupolicán
guerreros que lucharon por la libertad.
Asi termina nuestra historia,
con nosotros deshechos। En el silencio le cantamos una melodía triste a nuestro dios Ngechén।
C.A.D
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